miércoles, diciembre 14, 2005

Un indicio que se revela

Enseñaban los iniciados que el gran libro del mundo se escribe con caracteres enigmáticos. Que cada palabra compone una clave desbaratada únicamente para el infiel. No por nada la denominación de El Bazar entremezcla con sonidos que son como el humo y el desatino un sordo significado. No por nada esa inaudita recopilación de rosas aparentes, de pocillos con dedicatoria, de crucigramas incompletos, de elefantes de porcelana esconde la mención de la palabra que ha otorgado nombre al destino: azar.
A.